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Historia

27 de noviembre de 2015

En nuestro país, el comienzo de las actividades sanitarias y asistenciales se remonta a las épocas de la Conquista y de la Colonia; sin embargo, durante todo el período colonial las medidas sanitarias adoptadas no lograron impactar en el estado de salud de la población: la viruela y el tifus exantemático diezmaban el país. Por más de 200 años no hubo acciones sanitarias trascendentales y persistió el diagnóstico de salud mencionado hasta 1805, cuando se inicia la variolización a nivel nacional y se crea, en 1808, la Junta Central de Vacunas con el propósito de difundir a través de todo el país el proceso de inmunización.

En 1887 se crea la Junta General de Salubridad, destinada a asesorar al gobierno en materias de salud pública, siendo reemplazado en 1892 por el Consejo Superior de Higiene Pública, y se forma, además, el Instituto de Higiene.

En 1918 se aprueba el primer Código Sanitario, obra de los doctores Alejandro del Río, Corbalán Melgarejo y Maira, quienes revisaron y ordenaron las disposiciones sanitarias existentes en la época. Este Código creó la Dirección General de Sanidad. Tanto las funciones como la organización de la Dirección de Sanidad fueron complementadas en los códigos sanitarios de 1925 y 1932.

En el año 1924 nace la previsión social en Chile y se funda el Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, el que luego se transformó en el Ministerio de Salubridad. Ese año, la mortalidad general en el país era de 28.4 por mil habitantes y la infantil, de 242.2 por mil nacidos vivos.

En 1952, mediante la Ley 10.383, se creó el Servicio Nacional de Salud (S.N.S.), unificando así a diversos organismos públicos que prestaban servicios de salud. El SNS tenía como compromiso dar atención médica a 5 millones de habitantes, y para ello contaba con 3.000 médicos, 157 hospitales, 300 postas de primeros auxilios y 30.000 funcionarios. Ya entonces el Servicio Nacional de Salud consideraba en su estructura un Departamento de Epidemiología, cuya función principal era ocuparse de los problemas de salud que afectaban a grandes masas de población. Esta definición incluía, entre otros problemas, a las enfermedades infectocontagiosas, que en ese momento constituían la causa más importante de morbilidad y mortalidad en el país.

La organización planteada fue modificada con el tiempo, hasta que el Departamento de Epidemiología desaparece definitivamente con la creación del Sistema Nacional de Servicios de Salud (SNSS), a inicios de los años ochenta. Sin embargo, la función de vigilancia continuó desarrollándose dentro del Departamento de Programas de las Personas, junto con algunos programas de control de enfermedades transmisibles. Uno de los factores que influyeron en esta modificación fue la pérdida de relevancia de las enfermedades infectocontagiosas en Chile, las que habían sido desplazadas por los problemas degenerativos ligados al envejecimiento progresivo de la población.

A principios de la década del 90 se crea nuevamente un Departamento de Epidemiología dentro del Ministerio, y con él surgen diversas iniciativas para reformar el sistema de vigilancia, encargado principalmente de las enfermedades transmisibles.

En 1996 se crea la Unidad de Análisis y en 1997 se separan los Programas de las Enfermedades Infecciosas del Departamento, creando, en 1998, la Unidad de Vigilancia. Ese año se publica el “Modelo de Vigilancia en Salud Pública para Chile”, que describe la estructura y las funciones de la red de vigilancia epidemiológica.

Entre 1999 y 2000 se comienza a trabajar en el registro de cáncer y en vigilancia de factores de riesgo de enfermedades crónicas y discapacidad.

En 2005, la Reforma de Salud basada en el fortalecimiento y desarrollo del Sector Público de Salud, diferencia funciones y roles al interior del Sistema de Salud. La ley 19.937 reorganiza el Ministerio de Salud, creando las Subsecretarías de Salud Pública, de Redes Asistenciales, la Autoridad Sanitaria Regional (ASR) y la Superintendencia de Salud. La Ley de Autoridad Sanitaria define la función de Análisis Epidemiológico e Inteligencia Sanitaria en estructuras dependientes de Salud Pública y Seremis de Salud. Ese año, el Departamento de Epidemiología del Minsal realiza visitas de apoyo para la implementación de ASR y refuerza el rol del delegado de epidemiología en los establecimientos de salud públicos y privados (nexo entre la red asistencial y la ASR).

Desde 1998 a la fecha, el Departamento de Epidemiología está constituido por dos Unidades: Vigilancia de Enfermedades Transmisibles y Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles y Estudios.

La Unidad de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles mantiene un sistema continuo y sistemático de recopilación, análisis y difusión de información sobre los fenómenos de salud y enfermedad en la población. El trabajo básicamente se orienta a la vigilancia de enfermedades transmisibles y sus factores de riesgo, además, de la investigación de brotes de enfermedades y coordinación de la aplicación de medidas de control epidemiológico, acorde a lo establecido en el Reglamento Sanitario Internacional (2005), actualmente Ley de la República desde diciembre 2008.

El trabajo en la Unidad de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles y Estudios implica priorizar, diseñar, implementar y monitorear el sistema de vigilancia de este tipo de enfermedades y de sus factores de riesgo, además del diseño y coordinación de estudios -tales como encuestas poblacionales- que permitan identificarlos periódicamente, realizando análisis de toda ésta y otra información (estadísticas sanitarias, por ejemplo), elaborando informes y realizando asesoría en estos temas, siempre bajo el enfoque de los determinantes sociales de la salud, para así aportar con información confiable a las autoridades sanitarias y otras instancias para la toma de decisiones, a través de un mejor conocimiento de la situación de salud, colaborando con el monitoreo del impacto de las políticas sanitarias en la salud de los chilenos y entregando asesoría en el diseño y selección de las intervenciones costo efectivas. Asimismo, realiza la vigilancia de enfermedades no transmisibles crónicas y agudas tales como cáncer, diabetes e intoxicaciones agudas por plaguicidas, entre otros, y sus factores de riesgo, evidenciando en Chile la ocurrencia de la pandemia de este tipo de enfermedades.