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Triquinosis

Prevención y control

Los casos sintomáticos deben ser tratados exclusivamente por un médico de acuerdo a su sintomatología y presencia de factores de riesgo.

La Unidad de Epidemiología de la SEREMI de Salud en coordinación con el Servicio de Salud (o establecimiento de salud) correspondiente deberá asegurar, en la medida de lo posible, la derivación de todos los potenciales expuestos al riesgo identificados durante la investigación epidemiológica a evaluación clínica e inicio de profilaxis post exposición, si así el médico lo indica. No todos los expuestos necesariamente desarrollarán síntomas. Por este motivo, se recomienda que todos ellos acudan a consulta para evaluación médica, profilaxis preventiva con antiparasitarios o en su defecto, monitoreo del nivel de eosinófilos sanguíneos como señal para inicio de tratamiento. El fármaco de elección para profilaxis en expuestos tanto en niños como adultos es el albendazol (10 mg/kilo/día fraccionado en dos dosis, por 7 días).

Albendazol también es utilizado comúnmente como tratamiento (en dosis distinta o en combinación con otras drogas). Debe ser indicado por un médico y administrado precozmente luego de la ingestión del alimento sospechoso, debido a que su acción se realiza principalmente sobre los estados adultos del parásito (fase enteral) disminuyendo su eficacia en las formas quísticas (larvarias). Su uso está contraindicado durante embarazo, en mujeres donde se sospeche embarazo y en lactantes y mujeres en lactancia. Además, su utilización

La Unidad de Zoonosis de la SEREMI de Salud en coordinación con otras áreas de la SEREMI o intersector según sea el caso (Epidemiología, Alimentos, Promoción, Salud Ocupacional, SAG) será responsable de las intervenciones ambientales en los lugares de riesgo identificados durante la investigación epidemiológica, de tal forma de aplicar o asegurar la implementación en forma oportuna de medidas de intervención inmediata como por ejemplo, decomiso de restos de carnes o subproductos sospechosos o confirmados, ordenamiento ambiental, fiscalización, sumario sanitario, educación de medidas para minimizar riesgos, entre otros.

En términos globales, el propósito de las medidas preventivas debe apuntar a reducir y eliminar el riesgo de infección en cerdos, ya sea de crianza industrial como artesanal. En un segundo nivel, evitar el paso del parásito desde animales al ser humano. En este sentido, la triquinoscopía y otros métodos de detección del parásito (como el método de digestión enzimática) juegan un rol fundamental al salvaguardar la salud de los consumidores finales.

Debido a los factores de riesgo presentes en Chile, se recomienda como una medida de prevención general, educar tanto a niños como adultos acerca del consumo de carne de cerdo, jabalí (u otras carnes) y sus subproductos bien cocidos y adquiridos en lugares de expendio autorizados y con la rotulación correspondiente. Una de las medidas que se han sugerido en otros países para los consumidores de carne de cerdo es cocinar la carne al menos hasta una temperatura interna de 71° C.

La crianza de animales debe ser hecha con prácticas adecuadas de alimentación e higiene, incluyendo un control sanitario del faenamiento, para lo cual, se debe educar a todos los criadores respecto al envío de los animales a plantas faenadoras establecidas.

El congelamiento apropiado de las carnes de cerdo también es una medida que asegura la muerte de quistes de numerosas especies de Trichinella spp. Así, carnes < 15 cm pueden asegurar su inocuidad al congelarse a -29° C por 6 días, -23° C por 10 días o -15° C por 20 días.

Uno de los roles del equipo de Acción Sanitaria de la SEREMI de Salud para evitar la ocurrencia de brotes y casos secundarios, es el decomiso de carnes infectadas y fiscalización de predios, domicilios y lugares de expendio de productos cárnicos y elaboración de cecinas a fin de evitar el faenamiento clandestino y el consumo de carne sin inspección medico veterinaria previa al consumo.

En resumen, considerando el escenario nacional de la enfermedad y sus factores de riesgo, las principales medidas de prevención para la población son:

  • Mantener en forma permanente una adecuada higiene de la vivienda y entorno.
  • Realizar una adecuada manipulación y cocción de los alimentos.
  • Para personas que poseen animales de abasto, realizar el faenamiento de animales en lugares apropiados y con inspección médico veterinaria.
  • Evitar alimentar a los animales con restos de basura o carne cruda.
  • Evitar los mataderos clandestinos.
  • Comprar carne o subproductos en lugares establecidos y con la rotulación adecuada.

 
Referencias
1.- Ministerio de Salud de Chile. Subsecretaría de Salud Pública. División de Planificación Sanitaria. Departamento de Epidemiología. Circular B51/06. Circular de vigilancia epidemiológica de triquinosis. Santiago, 30 de enero 2009.
2.- US Department of Agriculture. Safe minimum internal temperature chart. In: US Department of Agriculture. Food safety information. Washington, DC: US Department of Agriculture; 2012.
3.- Wilson N, et al. Trichinellosis surveillance–United States, 2008-2012. MMWR Surveill Summ. 2015 Jan 16;64 Suppl 1:1-8.
4.- Organización Panamericana de la Salud. Zoonosis y enfermedades transmisibles comunes al hombre y a los animales: parasitosis. 3º ed. Washington, D.C.: OPS, 2003. 3º vol. (Publicación científica y técnica Nº 580).

Actualizado el 10 de abril de 2018.