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Enfermedad invasora por Haemophilus influenzae

Prevención y control

Las vacunas conjugadas contra el Hib se han venido utilizando desde comienzos de los años 1990, siendo la principal estrategia de prevención y su administración se considera una intervención sanitaria extremadamente eficaz. En 2017, 191 países (el 98% de los Estados Miembros de la OMS) habían incluido tales vacunas en sus programas de inmunización. En la Región de las Américas, todos los países usan esta vacuna. Con la introducción de la vacuna contra el Hib en los países de la región, hubo un descenso dramático de las enfermedades invasivas por esta bacteria.

Todas las vacunas autorizadas en la actualidad contra las enfermedades por Hib son conjugadas, pero difieren en la proteína transportadora, el método de conjugación química, el tamaño del polisacárido y el adyuvante utilizados, lo cual les confiere propiedades inmunitarias ligeramente distintas: PRP-OMP: conjugada con el complejo proteico de Neisseria meningitidis; PRP-T: conjugada con el toxoide tetánico y PRP-CRM197 (HbOC): conjugada con una cepa mutante proteica de C. diphteriae (1).

La vacuna es presentada aislada, como monovalente, o combinada con otros antígenos como el meningococo serogrupo C; combinada con difteria, tétanos y pertussis (cuadrivalente); combinada con difteria, tétanos, pertussis y hepatitis B (pentavalente); vacuna combinada con difteria, tétanos, pertussis acelular y polio inactivada (pentavalente) y la vacuna combinada con difteria, tétanos, pertussis acelular, hepatitis B y polio inactivada (hexavalente).

Las vacunas contra la Hib se administran en un esquema de tres o cuatro dosis en la serie primaria, a partir de las seis semanas de edad; algunos países administran una dosis de refuerzo a los 12-18 meses de edad. Los calendarios recomendados incluyen tres primarias sin refuerzo (3p+0), dos dosis primarias dos dosis primarias más un refuerzo (2p+1) o tres dosis primarias con un refuerzo (3p+1). Los países que tienen una alta cobertura de vacuna contra el Hib con cualquiera de estos esquemas han observado una disminución de más del 90% de la EI por Hib. Algunos países han identificado un aumento de la enfermedad por Hib en países sin una dosis de refuerzo, pero éste ha sido pequeño y no sostenido (1).

En Chile se introdujo la vacuna conjugada anti-Hib en 1996 y fue considerada una de las intervenciones más trascendentes en Salud Pública de los últimos años. En el mismo año se inició la vigilancia epidemiológica de las infecciones invasoras por Hib en población menor de 5 años, evidenciándose una disminución de un 60% de los casos desde 1996 a 2006 (2).

Actualmente, se encuentra en el calendario del Plan Nacional de Inmunizaciones con un esquema de 3 dosis (2-4-6 meses) más un refuerzo (18 meses) (3). La vacuna constituye una intervención altamente efectiva, logrando una protección, superior al 90% para infecciones invasoras. y fue considerada una de las intervenciones más trascendentes en Salud Pública de los últimos años.

Tratamiento
Todos los casos de enfermedad invasora por H. influenzae deben ser hospitalizados y tratados rápidamente con antibióticos intravenosos (o intramuscular). Los medicamentos de elección corresponden a ceftriaxona, cefotaxima o ampicilina combinada con cloranfenicol hasta determinar la sensibilidad de la bacteria (1).

 
Referencias
1.- OMS; Vaccine-Preventable Diseases Surveillance Standards, Haemophilus influenzae Last updated: September 5, 2018. Disponible en: who-surveillancevaccinepreventable-05-haemophilusinfluenzae-r2.pdf
2.- Boletín Instituto de Salud Pública Vol 4, N°8, Agosto 2014. Vigilancia de laboratorio enfermedad invasora Haemophilus influenzae 2007-2014. Disponible en: https://www.ispch.cl/sites/default/files/Boletin_H_influenzae_20072014.pdf
3.- Programa Nacional de inmunizaciones, Minsal. Disponible en: https://www.minsal.cl/programa-nacional-de-inmunizaciones/

Actualizado el 02 de agosto de 2022.