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Fiebres hemorrágicas (Ebola, Marburg, Lassa)

Fiebres hemorrágicas (Ebola, Marburg, Lassa)

Las fiebres hemorrágicas víricas (FHV) son un grupo de enfermedades causadas por virus pertenecientes a distintas familias. Sus reservorios, distribución y modos de transmisión, así como el curso clínico de la enfermedad varían dependiendo del virus, pero todos ellos pueden producir un síndrome de fiebre hemorrágica (FH) aguda caracterizado por fiebre elevada, afectación multisistémica y aumento de la permeabilidad vascular con manifestaciones hemorrágicas, que con frecuencia evoluciona rápidamente a la muerte. La probabilidad de desarrollar este síndrome y su gravedad varía según el virus y la cepa causal. Los primeros signos/síntomas suelen incluir fiebre elevada, cefalea, malestar general, artralgias, mialgias, hiperhidrosis, síntomas gastrointestinales y/o respiratorios, hipotensión, bradicardia relativa, taquipnea, conjuntivitis y faringitis. La mayoría están asociadas con enrojecimiento o erupción cutánea, pero las características de la erupción varían con el agente causal.
Dentro de las FHV se encuentran virus como el Ébola, virus Marburg, virus de la fiebre de Lassa, entre otros.
El periodo de incubación oscila entre 2 y 21 días.

La enfermedad por el virus del Ébola: Es una enfermedad infecciosa grave, a menudo mortal, el virus es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona. La infección se produce por contacto directo o indirecto con la sangre u otros líquidos o secreciones corporales (heces, orina, saliva, semen) de personas infectadas, solo cuando éstas presentan síntomas. El virus del Ébola no se transmite a través del aire.
El tratamiento de apoyo precoz con rehidratación y el tratamiento sintomático mejoran la supervivencia. Todavía no hay ningún tratamiento aprobado que neutralice el virus de forma demostrada, pero están en fase de desarrollo diversas formas de hemoterapia, inmunoterapia y farmacoterapia.
Una vacuna experimental, denominada rVSV-ZEBOV, ha demostrado proporcionar una gran protección contra este virus mortal en un ensayo clínico a gran escala (11 841 sujetos) realizado en Guinea en 2015.

La enfermedad por el virus de Marburgo (EVM): Anteriormente denominada fiebre hemorrágica de Marburgo es grave y a menudo mortal.
Inicialmente, la infección humana por EVM se debe a la estancia prolongada en minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos Rousettus.
La transmisión entre personas ocurre por contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos, como ropa personal o de cama.
Se han descrito casos de transmisión al personal sanitario que atiende a pacientes con EVM presunta o confirmada, a través del contacto estrecho sin las debidas precauciones de control de las infecciones. El contagio a través de materiales para inyección contaminados o de pinchazos con agujas se asocia a una mayor gravedad de la enfermedad, a un agravamiento más rápido y, posiblemente, a una mayor tasa de letalidad.
También se puede dar esta transmisión en las ceremonias funerarias en que los dolientes tienen contacto directo con el cuerpo del difunto.
La infectividad persiste mientras haya virus en la sangre.
Por el momento, no se han autorizado tratamientos ni vacunas para luchar contra la EVM. No obstante, la terapia de apoyo mediante rehidratación oral o intravenosa y el tratamiento de determinados síntomas mejoran la supervivencia.

La fiebre de Lassa: Es una enfermedad vírica hemorrágica aguda de 1 a 4 semanas de duración que ocurre en África Occidental.
El virus de Lassa se transmite al ser humano por contacto con alimentos o utensilios domésticos contaminados con orina o heces de roedores.
También puede haber transmisión en el laboratorio y de persona a persona, sobre todo en hospitales que carecen de medidas adecuadas de prevención y control de infecciones.
La fiebre de Lassa es endémica en Benin (donde se diagnosticó por vez primera en noviembre de 2014), Ghana, Guinea, Liberia, Malí, Sierra Leona y Nigeria, pero probablemente también exista en otros países de África Occidental.
La ribavirina, un antivírico, parece ser eficaz en el tratamiento de la fiebre de Lassa si se administra al principio del curso clínico de la enfermedad. No hay pruebas que respalden el uso de este fármaco en la profilaxis posterior a la exposición de la fiebre de Lassa.
No hay vacuna que proteja contra la fiebre de Lassa.

 
Referencias
1.- Enfermedades por los virus del Ébola, Marburgo y fiebre de Lassa. En: Heymann, D (Editor). El control de las enfermedades transmisibles. Decimonovena edición. Washington: Organización Panamericana de la Salud; 2011, p. 246– 302.
2.- https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/lassa-fever”
3.- https://www.paho.org/es/temas/enfermedad-por-virus-ebola
4.- https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/marburg-virus-disease

Actualizado el 22 de marzo de 2022.