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Fiebre Q

Vigilancia

Vigilancia de morbilidad
considera los casos sospechosos y confirmados. Según el modelo de vigilancia, todos los establecimientos de salud, tanto públicos como privados, deben informar al epidemiólogo de la SEREMI (oficina provincial o regional, según corresponda) la ocurrencia de enfermedades de notificación obligatoria (entre las que se encuentran los brotes de enfermedades infecciosas), según lo establecido en el Decreto 158 de octubre de 2004 y en la actual situación de brote en Los Lagos, Los Ríos y eventualmente en Araucanía, frente a un caso sospechoso se debe notificar de inmediato en el contexto de investigación de brote.

Frente a un caso sospechoso (regiones de Los Lagos, Los Ríos y Araucanía) o brote (en cualquier región del país), por esta causa, se deberá informar de inmediato a la SEREMI de Salud correspondiente, quien notificará al Departamento de Epidemiología del MINSAL.

Los casos confirmados deben ser notificados por el médico tratante a la SEREMI de Salud a través del boletín ENO el mismo día de la confirmación.

El objetivo de la vigilancia es conocer la magnitud, tendencia y características de ésta enfermedad en nuestro país. Este conocimiento permitirá evaluar el impacto de las medidas de prevención y control que se aplican en Chile. Los brotes son considerados como notificación obligatoria inmediata.

Vigilancia de laboratorio
A consecuencia del primer brote del año 1998, el agente C. burnetii se incorporó al Reglamento sobre Notificación de Enfermedades Transmisibles de Declaración Obligatoria, en el capítulo 9, en el listado de agentes que son objeto de vigilancia de laboratorio (Decreto Supremo nº 158), del Ministerio de Salud.

Investigación epidemiológica
La investigación de casos se inicia con la notificación del médico tratante de un caso sospechoso (regiones de Los Lagos, Los Ríos, eventualmente Araucanía) o brote (todo el país). A su vez, la SEREMI de Salud desde donde se notifica el caso, continúa la investigación de cada caso o brote en mayor profundidad.

Dentro de los objetivos que se persigue con la investigación se encuentran:

  • Identificar otros posibles expuestos al riesgo dentro o fuera del grupo familiar o lugar de trabajo.
  • Identificar factores de riesgo por actividad laboral, contacto con animales o sus secreciones, métodos de crianza animal, entre otros.
  • Retroalimentar información en forma oportuna a Acción Sanitaria de la SEREMI (Unidades de Zoonosis, Alimentos, Salud Ocupacional, Promoción, Ambiente) y a otros sectores (SAG, Municipalidades).

Frente a la ocurrencia de un brote, con el fin de cortar la transmisión, el personal de salud que atienda al caso debe avisar inmediatamente al Delegado de Epidemiología del Establecimiento de Salud para iniciar en conjunto con Epidemiología de la SEREMI de Salud respectiva, junto a Dirección de Acción Sanitaria y Departamento de Salud Ocupación si corresponde, las acciones de investigación, las cuales estarán enfocadas en: Identificación de nuevos casos, a través de búsqueda entre los contactos de un caso índice (compañeros de trabajo, familiares, personal que atendió al caso). Para la confirmación del brote, el número de muestras tomadas debe acordarse previamente con el laboratorio de referencia nacional.

Enfermedad laboral
En 1998, fiebre Q se agregó en el Reglamento para la Calificación y Evaluación de los Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, en el capítulo 18, entre los agentes biológicos específicos que entrañan riesgo de enfermedad profesional (Decreto Supremo 109, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social).

Por lo tanto, la fiebre Q, en Chile es considerada una enfermedad profesional. Esto significa que la atención de la salud del trabajador está protegida por la Ley 16.744.

Actualizado el 20 de noviembre de 2017.