Menú Principal

Fiebre del Nilo occidental

Diagnóstico

Se hace de importancia considerar y evaluar siempre el eventual caso en cuestión en profundidad, así como también el antecedente de viaje que pueda o no haber presentado, ya que esta información nos puede estar proporcionando un nexo epidemiológico de importancia a tener en consideración. El periodo de incubación de esta enfermedad se ha evidenciado entre los 3 y 14 días. Por otra parte, se ha descrito que la infección por el virus del Nilo Occidental es asintomática en aproximadamente un 80% de los casos infectados; en las demás personas puede causar la denominada “fiebre del Nilo Occidental” o una afección grave.
Aproximadamente un 20% de las personas infectadas por este virus presentan la “fiebre del Nilo Occidental”, que se caracteriza por fiebre, dolores de cabeza, cansancio, dolores corporales, náuseas, vómitos y, a veces, erupción cutánea (del tronco) y agrandamiento de ganglios linfáticos.
Los síntomas de afección grave, también denominada enfermedad neuroinvasora, como la encefalitis o meningitis del Nilo Occidental o poliomielitis del Nilo Occidental, se caracteriza por dolores de cabeza, fiebre elevada, rigidez de nuca, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular y parálisis. Se estima que aproximadamente 1 de cada 150 personas infectadas, llegan a tener una afección más grave. Esta puede presentarse en personas de cualquier edad, aunque en los mayores de 50 años y las personas con inmunodeficiencia, por ejemplo, pacientes que han recibido trasplantes, tienen mayor riesgo de presentarla.
 
Esta infección puede diagnosticarse mediante distintas técnicas de laboratorio:
a) ELISA IgM: detecta anticuerpos específicos contra el virus del Nilo Occidental, a partir del 8º día de la enfermedad. Es una prueba de captura, muy sensible y útil para muestras humanas y animales. Puede realizarse en suero o líquido cefalorraquídeo.
b) ELISA IgG: es menos virus específica que la IgM y aparece más tardíamente. Es útil para el diagnóstico en muestras pareadas, donde se comprueba un alza en los anticuerpos o una seroconversión. Se utiliza sólo para muestras de suero humano.
c) RT-PCR específica para West Nile: detecta ácidos nucleicos específicos de West Nile en muestras de suero, líquido cefalorraquídeo, tejidos tanto de humanos como de animales.
d) Aislamiento Viral: se requiere un laboratorio con alto nivel de bioseguridad (P3), un sistema de células sensibles al virus y es útil en la fase aguda de la enfermedad a partir de muestras como LCR o tejidos. El virus es identificado mediante su efecto citopático o por técnicas de inmunofluorescencia o IFI utilizando anticuerpos monoclonales específicos.
e) Otras técnicas, tales como la Inhibición de la hemaglutinación (IH) o prueba de neutralización por reducción de placas (PRNT) son técnicas muy sofisticadas y su utilidad se debe a que funcionan independiente de la especie que se trate.
 
Tipo de muestra:
Las muestras útiles en estos casos son Liquido Céfalo Raquídeo y suero que se deben enviar en frascos tapa rosca debidamente identificados en termos con gel pack, con formulario de envío de muestras al laboratorio de Virología del ISP.

Diagnóstico Diferencial: Como la enfermedad puede ir de inaparente a muy grave, los diagnósticos diferenciales que se deben considerar son: dengue (West Nile en su forma clásica) y para la forma grave: encefalitis rábica (aun cuando no exista el antecedente de mordedura de animal), parálisis fláccidas (como Síndrome de Guillain Barré), otras encefalitis o meningitis asépticas.

Referencias

1.- https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/west-nile-virus
2.- Ministerio de Salud. Sistema de vigilancia de encefalitis del nilo occidental (west nile). Circular Nº B 51/17 del 28 de abril del 2006.

Actualizado el 24 de junio de 2022.