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Fiebre amarilla

Prevención y control

En relación a las medidas de prevención, la vacunación es la medida más importante para prevenir la fiebre amarilla. Para prevenir las epidemias en zonas de alto riesgo con baja cobertura vacunal es fundamental que los brotes se identifiquen y controlen rápidamente mediante la inmunización. En este mismo sentido, para prevenir la transmisión en regiones afectadas por brotes de fiebre amarilla es importante que se pueda vacunar a la mayoría de la población en riesgo (80% o más).

Con el objetivo de poder evitar posibles brotes, se describe la utilización de varias estrategias de vacunación: inmunización sistemática de los lactantes; campañas de vacunación en masa para aumentar la cobertura en países en riesgo, y vacunación de quienes viajen a zonas donde la enfermedad es endémica. La vacuna contra la fiebre amarilla es segura y asequible, y una sola dosis de acuerdo a su debida indicación es suficiente para dar protección de por vida, sin necesidad de dosis de refuerzo.

Por otra parte, otra medida de importancia para la prevención de fiebre amarilla se relaciona al control del vector, ya que el riesgo de transmisión de la fiebre amarilla en zonas urbanas puede reducirse eliminando los posibles lugares de cría de mosquitos y manejando adecuadamente y según corresponda los contenedores de agua y otros lugares donde haya aguas estancadas.

En este sentido, la vigilancia y el control de los vectores son componentes de la prevención y el control de las enfermedades de transmisión vectorial, especialmente para detener la transmisión en situaciones epidémicas. En este mismo sentido, en el caso de la fiebre amarilla, la vigilancia de Aedes aegypti y otras especies de Aedes ayudará a saber dónde hay riesgo de eventuales brotes urbanos.

Comprender la distribución de estos mosquitos en un país puede permitirle priorizar ciertas zonas para reforzar la vigilancia y la realización de pruebas de detección de la enfermedad en las personas, y considerar actividades de control de los vectores. Actualmente existe un número limitado de insecticidas seguros, eficientes y costo efectivos que pueden usarse contra los vectores adultos en el ámbito de la salud pública. Esto se debe principalmente a que se ha evidenciado la resistencia de los principales vectores a los insecticidas comunes y al retiro de ciertos plaguicidas por motivos de seguridad o por el alto costo que tendría el volver a registrarlos.

Por otra parte se recomiendan también medidas preventivas personales para evitar las picaduras de mosquitos, como repelentes y ropa que minimice la exposición de la piel. En este sentido, la protección contra las picaduras de mosquitos durante el día y al anochecer es fundamental para prevenir la infección. Se debe prestar particular atención a la prevención de las picaduras de mosquitos entre las embarazadas, las mujeres en edad fecunda y los niños pequeños, por lo que reforzar constantemente las medidas de protección personal se hacen fundamentales.

Profundizando un poco más en relación a esta materia, las medidas de protección personal consisten, entre otras, en usar ropa preferiblemente de colores claros, que cubra al máximo el cuerpo, instalar barreras físicas (mosquiteros) en los edificios, mantener puertas y ventanas cerradas, y utilizar repelentes de insectos que contengan DEET, IR3535 o icaridina, siguiendo las instrucciones de la ficha técnica del producto.

Los niños pequeños y las embarazadas deben dormir bajo mosquiteros durante el día y la noche. Los residentes en zonas afectadas y quienes viajen a ellas deben tomar las mismas precauciones ya descritas anteriormente para protegerse de las picaduras de mosquitos.

En relación a los viajeros, es importante precisar y tener presente que las recomendaciones aplican no sólo para la prevención de Fiebre amarilla, sino también para el resto de los virus transmitidos por mosquitos (dengue, chikungunya, Zika, Mayaro, entre otros).

Antes de viajar se sugiere
• Informarse sobre el estado de los países de destino, en relación a la presencia de mosquitos vectores y agentes circulantes, de tal forma de planificar adecuadamente cada viaje. Un recurso disponible para ello es el sitio de “Salud del viajero” (Travelers’ Health – https://wwwnc.cdc.gov/travel) del CDC, donde se puede seleccionar el país y evaluar medidas para minimizar riesgos específicos.
• Consultar a un médico con anticipación mínima de 1 mes para conocer medidas de protección y prevención (como vacunas requeridas en el país a visitar).

Durante el viaje se sugiere
• Como medida general, el método más eficaz para prevenir la transmisión de este grupo de enfermedades a las personas, es reducir la exposición humana a los mosquitos, ya que esta enfermedad es transmitida por el mosquito Aedes aegypti.
• Usar ropa larga y de colores claros que cubra la mayor extensión posible del cuerpo (pantalones largos, camisas manga larga).
• Usar repelente (DEET, icaridina o IR3535) siguiendo las instrucciones del fabricante según la concentración del principio activo y frecuencia de uso. Utilizar directamente sobre la piel (cuando la concentración del producto lo permita) y ropa (existen formulaciones de uso sólo en ropa por la alta concentración) ya que pueden picar a través de ella, principalmente durante el día (amanecer y anochecer), momento de mayor actividad del mosquito.
• No usar repelentes en niños menores de 2 meses. En general se sugiere usar repelentes sobre la piel en concentraciones de 30% a 50% de DEET, en niños mayores de 2 años. Alternativas en Chile para personas con alergia a DEET, se encuentra disponible solo en concentraciones 15% el repelente IR3535, y su aplicación es cada 2-3 horas.
• Usar mallas mosquiteras, especialmente las impregnadas con insecticida (generalmente permetrina), ya sea para dormir (alrededor de la cama, hamaca) como también revistiendo puertas y ventanas del hogar.
• Cuando sea posible, utilizar aire acondicionado en lugares cerrados.

Después de viajar se sugiere
• No donar sangre al menos por 4 semanas si visitaste zonas con presencia del vector.
• Consultar a un médico si al regresar presentas fiebre, dolor de cabeza, erupción o manchas en la piel, hemorragia, náuseas, vómitos, diarrea, malestar indefinido con dolor articular, muscular o enfermedad gripal.
• Usar correctamente preservativos durante relaciones sexuales o bien abstinencia sexual a lo menos por 6 meses para evitar transmisión sexual de virus Zika.

Para el control de la enfermedad es importante tener presente las siguientes consideraciones
1.- Mantener la vigilancia epidemiológica intensificada, con refuerzo en la detección de casos febriles o exantemáticos y toma de muestra oportuna para diagnóstico de laboratorio.
2.- Notificación con georreferenciación de los casos, según corresponda, y toma de muestras para diagnóstico a todos los pacientes que presenten fiebre o exantema y/o antecedente de viaje y /o nexo epidemiológico que hagan sospechar de un caso de Fiebre amarilla u otro arbovirus.
3.- Asegurar con la notificación de febriles y/o exantemáticos según corresponda la:
a. Oportunidad en las medidas de control entomológico-ambiental (inspección de criaderos, volteo, fumigación, entrega de malla y repelentes a casos sospechosos de arbovirus, entre otras).
b. Investigaciones epidemiológicas en terreno de casos sospechosos y confirmados.
c. Aplicación de medidas de salud pública en beneficio de la población según corresponda.
4.- Revisión diaria de hojas DAU y construcción de canal endémico de febriles.
5.- Refuerzo de materiales de prevención (mallas mosquiteras y repelentes) según corresponda.
6.- Aplicación oportuna y estratégica de los protocolos de bloqueo entomológico-ambiental, basado principalmente en la delimitación de perifocos, según corresponda:
a. Desinsectación en 200 metros a la redonda de la residencia y domicilio laboral del caso (perifoco).
b. Inspección entomológica del 100% de las unidades domiciliarias que forman parte de los perifocos, con el objetivo de identificar y eliminar criaderos.
c. Ingreso a plataforma MIDAS de la georreferenciación de las casas inspeccionadas y los resultados obtenidos de dicha inspección, para evaluar a través de mapas la ampliación del perifoco, según corresponda.
d. Estrategias de comunicación de riesgo en medios locales y educación sanitaria a grupos específicos (instituciones, organizaciones sociales y étnicas, residentes, turistas, entre otros).
7.- Reforzar la Atención y manejo clínico.
a. Refuerzo de la capacitación a los profesionales de Salud.
8.- Entrega de repelentes y folletería a viajeros que ingresan de áreas con presencia del vector (Ej. Polinesia Francesa).

Por otra parte se hace importante recordar y reforzar que los mosquitos del género Aedes, en los lugares donde se encuentra la presencia de este vector, se crían en pequeñas acumulaciones de agua alrededor de las casas, escuelas y lugares de trabajo. Es importante eliminar estos criaderos cubriendo los depósitos de agua, eliminando el agua residual de floreros y maceteros y eliminar la basura y los neumáticos usados que puedan estar siendo reservorios del desarrollo de este vector. Las iniciativas de la comunidad son esenciales para ayudar a los gobiernos locales y a los programas de salud pública a reducir los criaderos de mosquitos.

Por último, tener siempre presente que la instauración temprana de un buen tratamiento de apoyo en el hospital aumenta la tasa de supervivencia. No hay tratamiento antivírico específico para la fiebre amarilla, pero el pronóstico mejora con el tratamiento de la deshidratación, la insuficiencia hepática y renal y la fiebre. Las infecciones bacterianas asociadas pueden tratarse con antibióticos.

 
Referencias
1) https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/yellow-fever
2) https://epi.minsal.cl/wp-content/uploads/2020/08/Minuta_dengue_DENV2_AUTOCTONO_22.pdf

Actualizado el 27 de enero de 2022.