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Brucelosis

Agente etiológico

Las Brucellas son pequeños cocobacilos gram negativos de distribución mundial. Son patógenos intracelulares facultativos, que sobreviven y se multiplican en células fagocíticas del hospedero. La especie más frecuente de brucelosis humana en el mundo es B. melitensis, siendo su principal reservorio las ovejas y cabras. B abortus, B. suis y B. canis afectan bovinos porcinos y perros respectivamente, siendo B. canis la cepa que se principalmente se encuentra en Chile. B. melitensis, B abortus y B. suis son consideradas, además, dentro de los principales agentes de bioterrorismos por su alta naturaleza infecciosa y su facilidad en generar micro-aerosoles. Otras especies de menor importancia son B. ceti y B. inopinata.

Las Brucellas pueden permanecer viables durante meses en agua, productos animales (heces, productos abortados, lana) y fómites, idealmente con humedad alta, temperatura baja y poca luz solar. Pueden encontrarse, además, en el polvo y suelo.

  • Las rutas de transmisión de los animales al humano son:
  • Contacto directo con animales infectados o sus secreciones (principalmente de abortos) a través de heridas cutáneas o conjuntiva ocular.
  • Inhalación de aerosoles contaminados.
  • Ingestión de productos lácteos no pasteurizados o carnes contaminadas.

 

Los síntomas, luego de un período de incubación de 2 a 4 semanas, son inespecíficos y similares a una gripe. Pueden presentar fiebre, sudoración, anorexia, cefalea, dorsalgia. Esta presentación, sumado en ciertas ocasiones a fiebre de patrón ondulante, dificultan el diagnóstico. Como es una enfermedad sistémica, cualquier órgano o sistema puede ser afectado:

  • Gastrointestinal: anorexia, náuseas, vómitos, diarrea o constipación.
  • Hepatobiliar: inflamación del hígado, abcesos hepáticos o colecistitis.
  • Esquelético: sacroileitis, espondilitis, artritis.
  • Nervioso: depresión, inatención mental, meningitis, encefalitis, mielitis, abcesos o granulomas.
  • Cardiovascular: endocarditis.
  • Respiratorio: bronquitis, neumonía, nódulos o abcesos, efusiones pleurales.
  • Genitourinario: nefritis, pielonefritis, glomerulonefritis, epididimoorquitis.
  • Preñez: aborto espontáneo.
  • Hematológico: anemia, leucopenia, trombocitopenia, desordenes de la coagulación.
  • Piel: rash, pápulas, úlceras, abcesos, petequias, púrpura, vasculitis.
  • Ocular: uveítis, iridociclitis, keratitis, coroiditis, neuritis óptica.

La recurrencia de signos clínicos (principalmente fiebre) puede ocurrir entre 3 a 6 meses luego de descontinuar el tratamiento, generalmente por focos persistentes de bacterias en tejido óseo, bazo, hígado u otros órganos.

 
Referencias
1.- Mandell, Douglas, and Bennett’s principles and practice of infectious diseases / [edited by] Gerald L. Mandell, John E. Bennett, Raphael Dolin.—7th ed.
2.- Organización Panamericana de la Salud. Zoonosis y enfermedades transmisibles comunes al hombre y a los animales: bacteriosis y micosis. 3º ed. Washington, D.C.: OPS, 2001. 3º vol. (Publicación científica y técnica Nº 580). Disponible en: https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/711/9275119936.pdf

Actualizado el 18 de noviembre de 2022.